Numerología Tántrica Floral para 2021

El huracán 2020 está terminando de pasar ante nuestros ojos y, como prácticamente ya no ha dejado nada en pie tras de sí, aminora su fuerza destructiva transformándose en una tormenta tropical. Ahora, es momento de valorar los daños materiales y emocionales que ha dejado en nuestras vidas.

Este año ha supuesto, para casi todos nosotros, el derrumbe de las estructuras conocidas, una muerte de lo establecido y una sacudida violenta de nuestra zona de confort. Pero como dijo el gran Goethe: “Mientras no sepas morir y renacer, sólo serás un pasajero afligido en la tierra oscura”.

Y es que el 2020 vino para despertarnos del hipnótico “canto de sirenas” que nos tenía presos en la inercia, haciéndonos creer que estábamos bien protegidos y tutelados por nuestros gobernantes y perfectamente a salvo en nuestro pequeño mundo civilizado. Dormíamos la farsa de que las catástrofes, las epidemias y el hambre eran cosa de otros tiempos o de otros lugares.

Aunque, por suerte, ya son muchas las personas que despertaron hace tiempo y todo lo que ha sucedido no las ha cogido por sorpresa, lo cierto es que, a los que seguían durmiendo a pierna suelta, no los han despertado amorosamente y les han traído el desayuno a la cama; más bien ha sido como sentir que un ladrón ha entrado en el cuarto y al abrir los ojos tenían un cuchillo en la garganta. Y ese ladrón roba-sueños te dice con tono amenazante: “si no hablas y haces lo que yo te diga, todo saldrá bien”. Así que, para algunos, ha sido un amargo despertar.

Sin embargo, el instinto me dice que toda esta crisis, aunque dolorosa, es en realidad una gran oportunidad para liberarnos a nosotros mismos de un sistema de creencias ideado para esclavizarnos y utilizarnos como mero alimento para cebar a un monstruo insaciable llamado capitalismo.