Terapia Floral y la segunda ola: surfeando las aguas del Miedo

Sin embargo, el auténtico peligro no está, a mi entender, sólo en el virus, sino en que en esta “segunda ola” ya estamos lo suficientemente sugestionados como para morir, literalmente, de miedo. Estamos socialmente infectados y bajo un hechizo altamente poderoso: el efecto nocebo; si tu miedo y tus expectativas negativas son lo suficientemente fuertes, la bioquímica del cerebro es capaz de generar un cóctel de hormonas que podría ser mortal.

Entonces… ¿Se puede morir de miedo? Al hacerme mentalmente esta pregunta, acuden a mí dos argumentos bien claros: uno, las Verdades Fundamentales de Edward Bach sobre la génesis de la enfermedad y, el otro, un estudio del biólogo Richard Arder que leí hace años y que me dejó perpleja durante muchos días.

Nuestro querido Edward Bach, en “Cúrate a ti mismo”, dice lo siguiente:

“En la actualidad, el miedo está desempeñando un papel de gran importancia en la intensificación de la enfermedad, y la ciencia moderna ha expandido el reino del terror, al difundir libremente sus descubrimientos, que hasta el momento no son más que verdades a medias. Los descubrimientos sobre las bacterias y los distintos gérmenes asociados con las enfermedades, por ejemplo, han causado estragos en la mente de decenas de miles de personas, y debido al pánico que les ha provocado, los han hecho más susceptibles a su ataque.”

En cuanto al estudio de Richard Arder, de la Universidad de Rochester, su hipótesis de trabajo se basaba en la posibilidad de que las personas puedan morir, imaginariamente, por sugestión. Aunque él realizó el experimento con cobayas, cree firmemente que sus conclusiones pueden ser extrapoladas a los seres humanos.

El estudio consistía en alimentar durante unas semanas a un grupo de cobayas con una mezcla de agua y azúcar. Después, comenzó a introducir en la solución una sustancia tóxica que terminaba matándolas una a una. Hasta aquí, a pesar de lo inhumano del experimento, todo bien.

Lo impresionante del estudio llegó cuando Richard Arder dejó de introducir el veneno en el agua con azúcar y las cobayas siguieron muriendo exactamente de la misma forma. ¿Por qué? porque ya estaban sugestionadas.

Aunque no se puede negar el hecho de que miles de personas han muerto en esta pandemia y que ésta se ha ensañado, sobre todo, con nuestros mayores, siendo especialmente letal en las residencias geriátricas, no dejo de pensar en que muchos de ellos han perdido la vida por un virus más peligroso y mortal: el miedo y, por tanto, la falta de amor.

Pero nosotros, Terapeutas Florales, contamos con un antídoto contra el dragón del miedo y sus hechizos: la poderosa magia blanca de las esencias florales; porque si vibramos muy alto, hasta allí no llega el miedo.

Mientras esto escribo, el gobierno acaba de decretar el estado de alarma y el toque de queda en nuestro país. ¿Cómo va a afectar este semi-confinamiento a nuestro mundo emocional? seguramente, para muchas personas, esta segunda ola va a suponer un resentir de las mismas emociones negativas del confinamiento del mes de marzo: miedo, ansiedad, incertidumbre, soledad, etc. Y es que llueve sobre mojado. Estos estados mentales y emocionales nos hacen más vulnerables a la enfermedad porque nuestro sistema inmune se debilita cuando vibramos en la frecuencia del miedo.